martes, 29 de marzo de 2011

Carpeta de adolescentes.

¿Alguien se imagina a Webster de pequeño? ¿Creíais haberlo visto todo en especies submarinas? Éste es el nuevo bicho criado en una remota aldea africana. Por seguridad, no le hemos pixelado ni los ojos, ni esa boca que resopla, ni esos brazos de ganzua que piden no ser zarandeados de aquí a la eternidad. La foto en sí da para más de una poesía. ¿Qué seré yo cuando ya no sea yo?, parece preguntarse. Pues nada, una cuenta atrás nueva, un retoño listo para ser visitado en breve. Una invitación a Jinja, ese paraíso entre montañas, y, por qué no, un aniversario de un blog tan orgánico que hasta presencia nacimientos.
Eso sí, como sigamos llenando esto de bebés va a parecer una carpeta de adolescentes. Así que, a partir de ahora, nada de niños, gatos o fotos de Leonardo Di Caprio.
Su nombre, para el que lo sepa deletrear, es Mbeiza Keilah Kirya.

lunes, 21 de marzo de 2011

Murakami, Haruki, por "1Q84"

 No voy a negar que Murakami sea uno de esos escritores que te atrapan desde la primera página, pero de alguna manera empieza a pasarle como a Paul Auster: cuando ya te has leído un par de libros te parece que con el tercero estás viviendo un "déjà vu".
Es cierto, que podría incluirse en el mismo bote a Woody Allen, pero claro, no estamos para comparar, que como bien dicen "las comparaciones son odiosas". Es como cuándo de pequeña las vecinas te preguntaban: "¿A quién quieres más a papá o a mamá?". Todavía no he conseguido saber la razón de la pregunta ni mucho menos comprender la profundidad de regusto morboso de la respuesta. 
El último libro de Murakami, a pesar de que sigo adelante en su lectura (no como con el de Almudena Grandes, abandonado en la mesilla de noche, que pesa sobre mi conciencia, pero me resisto a tocarlo por sólo saber que me esperan otros seis volúmenes a lo "Episodios Nacionales" de Galdós), me resulta demasiado cercano al best seller.
Tampoco es que tenga un "odio africano" a los best seller, reconozco que caigo en sagas a lo Harry Potter y en familias enteras de Hobits, pero la idea de que el susodicho Haruki haya decidido sacar un volumen de tropemil páginas con el objetivo tan clarito de untarse no me parece correcta.
Me refiero a las interminables repeticiones de hechos y a las explicaciones para niños de nueve añitos, a las escenas de sexo gratuito sólo para enganchar a los lectores y a la laguna de aburrimiento que empieza en la página trescientos y de la que no sales hasta la cuatrocientos...
Toda una serie de desaciertos a los que no nos tiene en absoluto acostumbrados el creador de "Tokio Blues".
Quizá, aprovechando que el Guadalquivir pasa por Sevilla, este long seller se esté convirtiendo en el nuevo Stieg Larsson.

jueves, 10 de marzo de 2011

Un momento de descanso.

Hay libros de los que sales descolocado. Lo lees con ganas de acabarlo y lo acabas con ganas de volverlo a empezar. Libros laberinto, libros espiral.
Es el caso: Un momento de descanso, de Antonio Orejudo, podría ser una de las mejores obras de la narrativa conrtemporánea si no fuera porque parece tratar un tema menor o porque el canon exige cronologías, continuidad y uniformidad de voz. Qué cuenta, qué oculta, qué pretende el narrador.
Aquí no busques nada de eso: sólo un trampolín donde el gozo es más consciente al final que en el trayecto, porque en éste apenas te enteras.
Lo leo con envidia y con ganas de darle un martillazo en la cabeza, como dice Rafael Reig, porque la envidia es la única forma de admiración para tipos rastreros como yo.

martes, 8 de marzo de 2011

Trueba + Mariscal + Bebo = Cocina casera.

Comparar, como hizo el crítico de El País, Chico y Rita con Toy Story, es como comparar una hamburguesa del Fosters con otra hecha en casa con amor.
La del Fosters está muy rica y es de libra y media y encima tienes la Coca Cola gratis, no digo que no tenga ventajas...
Pero... Imagina que es sábado y luce el sol. Decides desayunar leyendo la prensa y después bajar a comprar al Mercado Central.
Saludas al frutero, compras tomates de la huerta en la verdulería y una cebolla de estas dulces tan carnosas. Lechuga... Nada de Iceberg, sino la de siempre.
Imagina que el carnicero pica un buen filete delante de ti y ahora en la cocina de tu casa, mientras escuchas a Bebo y al Cigala, o un bolero de los de enamorarse, preparas la hamburguesa.
Le das la forma, la fries, cortas una generosa rodaja de tomate, pan del horno, lo rocias todo con un chorretón de aceite de oliva y sin dejarla enfriar das el primer bocado...
Dejando que su sabor inunde tu boca...
Chico y Rita no es una superproducción estadounidense de buenos resultados como Toy Story, pero es una obra maestra, con todo el sabor de un producto elaborado con mucho arte.
Quizá se te hayan quemado los bordes del guión o en algunos momentos parezca que nunca llega el momento de metértela en la boca, pero merece la pena disfrutar de esta gran historia cocinada a fuego lento con la mejor banda sonora.
Es de dibujos, pero ni es para niños, ni para adultos amantes del Fosters.

jueves, 3 de marzo de 2011

Camiones patera.

¿Qué libro escribiría Adam Smith si levantara la cabeza?
¿Podríamos urdir una historia al revés a lo "Good Bye, Lenin", pero en lugar de con el muro de Berlín con la inmigración subsahariana?
... Un día, la crisis económica y de valores en el primer mundo llega a tal extremo que grupos de "occidentales primermundistas", fletan "camiones patera" para refugiarse en los países del África más profunda...
¿Nos acogerían los Dowayos en Camerún?

miércoles, 2 de marzo de 2011

Greyhound español

Me veo: cruzo Central Park, bajo toda la sexta y entro en Penn Station con un viejo petate para cruzar el amplio territorio nacional. Campos de heno, girasoles y The Mamas & the Papas me acompañarán durante horas en las que me creeré el guardián entre el centeno.
Despierto: estoy en Albacete. Área 175. Línea divisoria de la costa y la capital marcada a regla y compás en el centro del mapa. Bolsas del Mercadona llenas de piel de plátano y servilletas intactas.
Gracias al AVE y la eliminación de líneas de velocidad- y precio- medio, la plana de viajeros se ha polarizado como en el País de las Oportunidades. A las 8.30 de un viernes sólo cogen el autobús los currelas, sudamericanos y rumanos que tantean, quizás, la posibilidad de un trabajo temporal. Tatuajes a aguja y fuego y cigarrillos en silencio en un páramo desolador.
El otro día me pareció ver a un extraficante salir de la cárcel de Villena con un saco de tela ennegrecido y un billete de AutoRes: bienvenido al mundo sin barrotes.

Mis primos de Wisconsin (2)

De verdad podía ser una novela. Quizás una serie de cuentos cortos y mágicos. Sin embargo, la curiosidad por una tierra con halo fílmico e imaginería industrial y grisácea aparece en la picota de los medios de comunicación. Protestas en Madison, la capital, y efecto extensivo a otras provincias, como Ohio e Illinois, que también quedan muy de anuncio. Cojamos el morral, Hank, como tantas veces imaginamos, y recorramos juntos las Rocosas. Yo pongo los jeans desgastados y tú la armónica, ¿de acuerdo?. Pues manos a la obra y, a partir de ahora, nada de "Vale, tronco" sino "All right, man".
(Visiones de EE UU desde un polígono de la periferia...ejem)