viernes, 13 de noviembre de 2009

Moral africana


Si un europeo tiene un accidente de tr'afico, su familia se preguntar'a qu'e fall'o del coche o qu'e hizo que perdiera el control del volante. Si un avi'on se desploma, los medios de comunicaci'on buscar'an con tes'on las estad'isticas de las 'ultimas cat'astrofes, pedir'an testimonios de profesionales o se detendr'an en describir el modelo de motor que pose'ia la m'aquina.
Aqu'i, la respuesta a ambos casos es m'as sencilla: les pose'ia un esp'iritu maligno.
Por eso, lo que hay que hacer no es mirar las causas sino pensar a por qui'en va ahora y protegerse. Familiares, amigos y compaNeros har'an lo posible para evitar una nueva posesi'on diab'olica: la desgracia es un aviso, no una consecuencia.
Si llegas a casa y te encuentras al vecino descargando la compra del maletero, intentar'as ocultarte o disimular hablando por el m'ovil para no tener que echarles una mano con las cajas de leche o fruta. Si te dispones a tomar el tren o el autob'us y divisas a alg'un conocido, correr'as m'as r'apido para que no te haga perderlo.
Aqu'i, antes de empezar a vivir en un lugar, tienes que conocer a los que viven alrededor: vecinos, trabajadores o gente de paso. Eso te compromete a invitarles a tomar algo de vez en cuando, a saludarles cada vez que os cruc'eis d'andole la mano y pregunt'andole qu'e tal la mujer, los hijos, el trabajo o- a'un m'as importante- a socorrerles en caso de que una serpiente les pique en la acera de enfrente.

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