martes, 30 de noviembre de 2010

Pornoclima.

Aunque sea cierto que el clima está cambiando de forma irreconocible, que en diciembre haga frío y en agosto calor es, ni más ni menos, lo normal.
Si la noticia juega con la novedad o lo sorprendente, ¿por qué tenemos que encontrar año tras año portadas con alertas de frío, de calor, de lluvias o de viento? Noticia es, si acaso, si ocurre algo excepcional, como el Katrina o Haití, pero no que en Burgos el termómetro ha descendido por debajo de los cero grados.
El tiempo como escándalo. El tiempo como titular. El tiempo como sensacionalista. El tiempo pornográfico.
Este pornoclima puede ser consecuencia directa de nuestra afición cada vez más generalizada de hablar sobre el tiempo, a falta- quizás- de carecer de otros temas.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Titulares.

"El servicio de Cercanías en Entrevías (Madrid) se encuentra cortado desde las 06.45 horas tras el fallecimento de un hombre que ha sido arrollado por un tren" Skup, información instantánea de EL PAÍS.

¿No podrían, por lo menos, ponerse de acuerdo? Unos dicen "Problemas técnicos en las vías", que es bastante correcto y no engaña, y otros escriben "arrollado", "fallecimiento" y hasta dos pasivas en una frase escueta que, además, no va a pasar al papel ni a los titulares porque no conviene, porque no se reportan los casos de suicidio aunque puedan deberse a violencia de género o al inevitable fracaso del sistema.
Buenos días.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Homenaje con dibujo.

A mi madre, que sigue yendo de sol a sol a la UNED, solucionando informes y becas, y a mi padre, que desde que está jubilado no para: paseos, lecturas, gimnasio... Cuando llega el viernes se siente menos las piernas que cuando estaba en la biblioteca o en el famoso CEP.

jueves, 18 de noviembre de 2010

A tres plantas sobre tierra...

Hace algún tiempo que Boyero vaticinaba que el mejor cine se iba a consolidar en formato televisivo. El caso es que jamás tuve demasiada fe en el enganche interminable a una serie de argumento estirado o blandengue, en una solución final inconclusa o fácil. Aparte, es cierto que su duración no es moco de pavo a la hora de introducirte: si ya con un libro te pones fechas aproximadas o dejas de internarte en una película por su metraje, estos productos son- a todas luces- carne de abandono.
Mi recuerdo las emparentaba con tardes de colegio cenando después de los deberes o de volver de la calle o, más adelante, con copias en vhs que intercambiabas en el instituto.
Sin embargo, ahora que daba todo por perdido, he encontrado una cierta armonía gracias a A dos metros bajo tierra, cuyo primer capítulo podría engrosar la lista de obras maestras y que, después de dos temporadas, mantiene la atención aunque no sorprenda tanto su estructura.
Problemas corrientes y tramas sencillas con la muerte como trasfondo (e inherente) que conmueven, alegran o te hacen pensar.
Ya estoy deseando que mi hermano me siga poniendo al corriente: a pesar de sus días de mudanza y trabajo en la otra punta, siempre saca horas para aniquilar las series del momento. No me enganchó Lost, pese a la global adoración, pero ya espero esos Soprano, The Wire, Mad Men o Treme (esta última la espero con más ganas después de la asombrosa película Adiós, pequeña, adiós, basada en la novela del guionista y actual estandarte de la novela policiaca, Dennis Lehane).
 

domingo, 14 de noviembre de 2010

Boda Ana y Kiko.

No todos los días se casan tus dos mejores amigos, pero ellos lo hicieron y, lo que es más importante, consiguieron reunirnos a todos para pasar un fin de semana estupendo, al más puro estilo campamento, con canciones, bailes, risas y macarrones como los del cole.
¡ENHORABUENA!
Y gracias.

PD: Me quedo con la duda de si el ABC aprobaría este tipo de boda.

viernes, 12 de noviembre de 2010

La familia, acosada (según ABC, claro)

"El último barómetro del CIS del mes de septiembre pone de manifiesto que la familia sigue siendo una de las instituciones más importante en la vida de los españoles, con una puntuación media de 9,54 sobre 10, situándose por delante solo la salud. Sin embargo, a pesar de ser lo más valorado por todos los ciudadanos, no lo es para los políticos que nos representan" ABC, 12 de Noviembre de 2010.

Cómo está el patio, señoras y señores. Si hace poco el cristianismo estaba en peligro, ahora lo es la familia. Normal, con tanto maricón suelto por las calles y tanta divorciada metida a chats virtuales, esto se nos derrumba. Preparaos, que la familia desestructurada viene pegando fuerte y ni los profesores ni la LOGSE de los malditos socialistas nos va a salvar de mantener ese núcleo de paz, armonía y bienestar que supone el sofá del salón y el chupito de Carlos III.
Pero aún hay soluciones. Nada está perdido: si compramos todos el ABC por las mañanas, vamos a ver al Papa y luego mandamos nuestras impresiones, metemos a nuestros hijos en un colegio de monjas y cambiamos la tele de plasma por un crucifijo podemos recobrar nuestra más fiel institución. 
Todo esto, sin hablar del cambio de apellidos, un insulto fragante. Una falta de respeto a la figura paterna, que es la que domina en casa y el único que puede poner los pies sobre la mesa. Si es que somos unos retrasados. Que en casi todo el mundo la gente sólo tiene uno y encima la mujer adopta el del marido. 
En fin, estos politicastros...

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Myanmar.

Ahora que ha habido elecciones en un país del que sólo pueden dar información aquellos a los que el régimen ha dejado pasar, recuerdo con congoja (sí, congoja) los testimonios de algunos viajeros del sudeste asiático (subespecie del viajero tradicional acostumbrada a hostales baratos, sonrisas gratuitas y playas de escándalo aderezadas por chiringuitos para expatriados) que se afanaban de querer cruzar a Birmania desde la frontera del norte de Tailandia, donde te expedían un visado para ¡un día!. Es decir, el tiempo de llegar a la primera ciudad, pisarla, dar un paseo corto y volverte. Parece un reflejo de lo que pretendemos hacer en este fugaz momento: marcar nuestra pisada a modo de cruz sobre cualquier territorio y abandonarlo.
Hay otro perfil habitual que es el que no quiere pasar a ese país para no favorecer a la Junta Militar. En fin. Desde luego, a nosotros tampoco nos apetece darle dinero a un régimen que lleva cuarenta años pasándose por las calandracas los derechos humanos y sometiendo a su población a la mayor de las miserias: la esclavitud. ¿Acaso no lo hace el Vaticano?¿O nuestro generoso país organizando eventos para un líder religioso? ¿o el todopoderoso norteamericano manteniendo cárceles de tortura?¿los igualitarios y fraternarios franceses expulsando gitanos?
En fin, quien esté libre de pecado que tire la primera piedra. A nadie se le cae la cara de vergüenza por subir a la Torre Eiffel o entrar a la Sagrada Familia. Pueden ser modas, o las mismas editoriales que promulgan una cosa y luego hacen otra (la Lonely Planet, sin ir más lejos, advierte en un recuadro sobre aportar dinero a la Junta y mientras publica una guía del país con un monje sonriente en la portada).
En cuestión de  viajar, quizá lo importante sea eso: quedarte con lo que pasa. Ser partícipe con la mirada y con un posible futuro relato. 

lunes, 8 de noviembre de 2010

El parte.

Enfrentarse cada mañana al escrutinio del espejo puede ser un ejercicio de autocompasión y desgarro. Salir al calle es algo cruel cuando comienza el frío y se hace más duro abandonar el apetecible colchón. Pero para cosas terroríficas nada mejor que la portada del ABC tras una visita del Papa. 
Si ya estamos acostumbrados a sus suplementos católicos en fin de semana o a sus primeras páginas a todo color con toros, monarquía y clero bendiciendo su viña, hoy nos sorprenden con una reportaje hagiográfico de ocho páginas acompañado por neutrales cartas al director con títulos como "Gracias Santo Padre".
La verdad es que asusta porque desprende un tufillo digno de otras épocas, porque sus titulares coinciden con las pancartas de los homófobos grupos pro-famila y, lo peor de todo, porque aún hay (demasiada) gente que lo apoya. Es asombroso saber que el Estado sigue pagando no sólo estos desorbitados actos religiosos sino que financia a colegios que apoquinan la suscripción a este tipo de diarios con el dinero de los contribuyentes y que, por ende,  secundan una educación trasnochada.
Nada, ya sabéis: si os levantáis con el pie izquierdo, nada de cereales ni farmacias, id al quiosco para que os equilibren. Es tan fácil. Vencidos y desarmados...

jueves, 4 de noviembre de 2010

Dolce far niente.

Cuando me harto de trabajar- que es a menudo- ya sea por exceso de actividad o por inactividad, pienso. No en cosas profundas o en problemas que asolan a la humanidad. Ni siquiera, para qué negarlo, en mi situación de privilegio. Es más, suelo compararme con los que están peor que yo, pero no para ejercer la autocompasión sino para prever lo que me puede tocar.
Arrancar colas de rata con la boca o ser el blanco de bolas a propulsión en la feria son dos ejemplos claros.
Sin embargo, qué bonito, qué idílico y qué dulce aparecen en nuestras cabezas esos momentos intranscendentes, la mayoría de veces repetitivos o hasta espesos de no hacer nada. A mí me saltan imágenes de Ko Samui, en Tailandia, pero también de Tavernes, ese rincón levantino donde hemos arrastrado nuevas incunables existencias cada verano. Tavernes era lo más cercano a detener el tiempo (dos meses enteritos con su día a día semejante) pero también el impulso más fuerte para acelerar el resto del año: el pesado, aburrido, grisáceo e inútil curso escolar.
Y ahora que las rutinas que se apoderan de nuestras vidas, saltarse la norma y aparecer en un apartamento de funcionarios un día cualquiera es uno de los placeres más pedestres y fascinantes que te pueden ocurrir viviendo en el centro del mapa.
(Homenaje, por qué no, a la fortuna de veranear en un sitio fijo y poder juntarte de vez en cuando con gente que, sin ni siquiera darte cuenta, te ha acompañado toda una vida)