
A pesar de meternos otras veinte horas de autob's y creer que lo que pens'abamos previamente no iba a mejorar, en Nueva Orleans logramos una especie de reconciliaci'on con el pa'is: una casa donde alojarnos, buena comida y alg'un barrio curioso que recorrer con bicis prestadas sirvieron de maquillaje provisional para una caricatura que se vence por su propio peso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario