martes, 29 de septiembre de 2009

Desde Vientiane, capital de LAOS.

Viajando estamos aprendiendo muchas cosas (adem'as de geograf'ia, porque qui'en narices sabe d'onde est'a Laos y cu'al es su capital... As'i de primeras... Yo no...).
Estamos aprendiendo a preveer las vicisitudes diarias y la mejor manera de hacerles frente: cansancio, hambre, retrasos del bus, imposibilidad de entenderse, b'usqueda de alojamiento,...
Estamos aprediendo a organizar de la manera m'as rentable el presupuesto: buscar el mejor transporte, elegir los lugares (ya vizqueo de tanto toquetear la guia), regatear y regatear por todo (hasta para entrar al lavabo en las estaciones p'ublicas).
Estamos aprendiendo a valorar a la gente por lo que es. No es f'acil muchas veces mirar m'as all'a del muN'on del que te pide dinero con la otra mano o de una boca que se alza para pedir un poco de agua de tu botella...
Estamos aprendiendo a conocernos a nosotros mismos y a enfrentarnos a nuestros l'imites.
Es cierto que no hemos tenido ning'un problema grave. Hemos tenido mucha suerte. Pero no es menos cierto que tanto aqu'i como all'i, en cualquier lugar y en cualquier momento podr'ia pasarnos algo y terminarse, no s'olo este viaje, sino el viaje de la vida.
La vida. (Pufff!!!)
Qu'e nos enseNan de la vida?
En el cole nos enseNan aritm'etica, dibujo, historia,... La mayor'ia de estos conocimientos te'oricos se nos acaban olvidando. Qui'en recuerda la lista de reyes Godos?
Lamentablemente no se nos enseNa nada de la vida ni de su otra cara, la muerte. Porque no hay manuales de esto.
Para Miguel Hern'andez la muerte de su amigo Ram'on Sij'e es "un manotazo duro, un golpe helado, un hachazo invisible y homicida...". Para otros como Jorge Manrique "nuestras vidas son los rios que van a dar a la mar, que es el morir".
A estas alturas todos nos hemos tenido que enfrentar a estas verdades.
Cada cual desde su perspectiva, desde sus sentimientos, su situaci'on personal.
En este viaje estamos viendo de cerca muchas maravillas naturales y otras creadas por el Hombre desde los Templos Tailandeses hasta el Empire State.
Qu'e tiene en com'un un budista del siglo XII y un neoyorquino de los que pasean por Central Park, un Woody Allen cualquiera?
C'omo ha podido la especie humana hacer tantas maravillas y cometer tantos atropellos?
Estamos d'andonos cuenta de que no somos nadie y de que nuestro viaje no es sino uno m'as de tantos que ha hecho la especie humana en su continuo peregrinar hacia la verdad? Hacia el amor? La libertad? La venganza? La religi'on?
El caso es que no somos nada y que lo 'unico que podemos hacer es enfrentarnos a cada d'ia con humildad y ganas de hacer todo lo posible por ser felices con las cosas m'as sencillas y colaborar a que este lio que hemos montado (y al que llamamos "civilizaci'on") siga adelante.
Un brindis: "Por la vida!"

sábado, 26 de septiembre de 2009

Elefantes hasta en el 7 Eleven...

Tortillazo.



Foto de las tortillas que se gastan los tailandeses y una cita de Drag'o sobre una de las mejores pel'iculas que vimos el aNo pasado:
"Revolutionary Road. Excelente, pero durísima. Un redoble de conciencia para cuantos han mordido el anzuelo de la más infame y perniciosa esclavitud del mundo contemporáneo: las hipotecas y la trampa del trabajo fijo. ¡Cobardes!"

Celia tiene charla hasta para aburrir al Buddha...

Canijo y Buddha.

Y m'as elefantes...



"Laos fue el Reino del Millón de Elefantes. Así lo llamaban. No todos han muerto. Algunos me visitan por la noche. Adoro este país. Detesto el que fue mío. En él no hay elefantes. Hay cabras. Ya lo dijo Gil de Biedma. Y donde hay cabras, abundan los cabrones, los cabritos y los cabreros. Yo no tengo pesadillas. Nunca sueño con los unos ni con los otros. Tampoco cuento ovejas. Prefiero contar las medidas que adoptaría, si fuese Obama, para salvar al mundo. Es sólo un juego. Sé que el ser humano es un animal irredimible."
Fernando S'anchez Drag'o.

Templo Wat Mahathat, Ayuthaya.

Koh Panyee, isla de pescadores musulmanes.

Phang Nga, Cueva Budista.

Del maestro Kapu'scinski, sobre Ruanda...



"El viaje por el mundo es un peregrinar de una provincia a otra, y cada una de ellas es una estrella solitaria que brilla s'olo para s'i misma.
Para la mayor'ia de la gente que vive all'i, el mundo real se acaba en el umbral de su casa (...)o todo lo m'as en su frontera (...).
El mundo situado m'as all'a no es real ni importante, ni tan siquiera necesario, mientras que el que se tiene a mano, el que se abarca son la vista, aumenta ante nuestros ojos hasta alcanzar el tamaNo de un cosmos tan inmenso que nos impide ver todo lo dem'as.
Ocurre a menudo que el viajero y el lugareNo tienen dificultades a la hora de entenderse, pues cada uno de ellos se sirve de una 'optica distinta para mirar el mismo paisaje.
El viajero usa un gran angular, que le da una imagen alejada y reducida, y, en contrapartida, una larga l'inea de horizonte...
El lugareNo, por su parte, siempre ha usado un teleobjetivo o incluso un telescopio, lo que le permite apreciar detalles que el viajero nunca podr'a llegar a atisbar".

Mapamundi

El mapamundi es el carnet de identidad de un viajero. Marcar los sitios que has pisado y adivinar en los espacios sin huella los que te faltan es un ritual casi tan sano como el que golpea las sand'ias antes de elegir una, a pesar de saber lo mismo de sand'ias que de f'isica cu'antica: muchas veces no sirve de nada y otras vale para fardar delante de los invitados.
Si ten'eis ganas de conocer una filosof'ia de vida de un viajero de verdad- de los que sal'ian de casa con un par de zapatillas y una mochila pequeNa- y de sentir repentinamente que el trayecto en metro de cada maNana es diminuto en comparaci'on con la inmensidad del mundo, pod'eis visitar la p'agina de Jorge S'anchez, que he encontrado en el blog de un amigo de mi hermano cuyo padre, adem'as de pintar toreras, abogaba por causas tan nobles como la independencia de Las Matas.
Ah'i queda eso.

http://www.jorgesanchez.es/

jueves, 24 de septiembre de 2009

Comodidades



Nos quejamos de todo: de las incomodidades, de las comodidades, del mal tiempo, del aburrido buen tiempo, de los trayectos largos y cortos, de los pa'ises con turistas y de los que no ofrecen nada...
En fin, que el caso es estar a disgusto y- como dir'ia mi madre- fastidiar (a ella, sobre todo).
Pero lo que m'as nos duele, o nos incomoda o encabrona o crea impotencia, es no poder establecer un di'alogo con esto sino delimitarlo a una comunicaci'on unilateral que recibe pero no entrega: no tenemos ni idea de publicar comentarios, ni de responderlos, ni de qui'en los manda, ni de por qu'e son positivos, pero queremos- al menos- poder contestaros o mostrarlos.
Y que no se diga que somos unos desagradecidos que hablamos mal a las espaldas de todo el mundo y pateamos perros o atracamos abuelas en nuestros ratos libres.

martes, 22 de septiembre de 2009

Hoteles con fastasma.


Aunque uno siempre quiera emular a sus escritores de cabecera, y- por tanto- se d'e de bruces con la pantalla (en este caso) o con el bloc en cuanto se arma de valor, en este caso me apropio del t'itulo de la secci'on de Manuel Vicent porque creo que, llegado este punto 'algido de viaje, se merece un ap'endice desde el lugar donde nos alojamos en el sur de Tailandia.
El hotel en cuesti'on se llama "ON ON". Uno no sabe si como guiNo a los turistas angloparlantes o debido a alg'un mantra tailand'es. El caso es que aqu'i, en Phuket, es conocido entre los curiosos conductores de motos que en tiempo record se enteran de tu vida: donde te alojas, cuantos d'ias te quedan, c'omo te llamas, a d'onde vas... en fin, que un poco m'as y te sacan el pin de la tarjeta de cr'edito.
El caso es que este edificio est'a dentro de lo que aqu'i se denomina centro: una rotonda con entradas en el mismo sentido, un mercado callejero y cuatro sede bancarias. Eso no significa que su aspecto sea ilustre ni que destaque en la fisionom'ia de una ciudad de estilo supuestamente portugu'es: la planta baja hace a la vez de aparcamiento, de recepci'on y de cafeter'ia, esto es, no sabes si entregarle las llaves de tu habitaci'on al aparcacoches o pedirle un caf'e al vendedor de paquetes tur'isticos. Lo curioso es que el hall se mantiene abierto hasta m'as tarde que los comercios de alrededor, y all'i se juntan tanto jugadores de ajedrez aut'octonos como viajeros distra'idos convencidos de que forman parte de una agencia de noticias internacional que leen el Bangkok Post del domingo a pesar de que estamos a martes y a'un no lo han actualizado.
Los dueNos se ocupan tanto de mostrarte el cuarto como de prepararle la baNera al niNo, y la planta superior es un laberinto de habitaciones separadas por paredes de papel pinocho con una organizaci'on simple basada en: cama, mesa con un cenicero, dos vasos y un rollo de papel higi'enico y un lavabo acompaNado de espejo: dudo que los hostales del centro de Madrid en la postguerra fueran tan expl'icitos.
El suelo es de madera hueca, por lo que cada paso que se da en cualquier rinc'on del hotel retumba como si estuvieran caminando por la vereda de tu colch'on, y las ventanas que dan a la parte delantera del edificio m'as que ventilaci'on son un catalizador de ruidos que deambulan entre las motos trucadas y el crepitar inefable de los cables de alta tensi'on.
As'i que, con la estela de h'eroes de la guerra del opio o de mercaderes de la ruta de las seda que llegaban a este punto antes de embarcarse en un carguero por el 'Indico y la mugre que cubre los grandes acontecimientos de la historia, reservamos dos noches sin dudarlo y abandonamos con pena uno de los sitios m'as aut'enticos de todos los que hemos ocupado hasta el momento con la certeza, todav'ia, de que no sabemos nada sobre esta poblaci'on desarrollada a causa del turismo y de que millones de parejas clandestinas nos suplantar'an en futuras noches furtivas.

Hotel On On, Phuket (Tailandia).

lunes, 21 de septiembre de 2009

Lo cierto es que en las Phi Phi se estaba "como Dios", pero los cangrejeros inquietos no soportan m'as de dos horas seguidas en un mismo lugar y dificilmente m'as de dos noches seguidas en la misma isla. As'i que ya hemos vuelto "al viaje". Ya casi, casi, acabamos con las islas y nos vamos a ver el norte de Tailandia, Laos,... Y toda la retaila.
Estamos en un hotel, al que hemos llegado por casualidad, que resulta ser uno de los hoteles con m'as historia de Phuket. Se llama ON ON. El nombre es de chiste, pero desde que nos han dicho que era antiguo y ten'ia historia no hago m'as que imaginar mafias chinas o coroneles con bigote o tretas de caudillos locales elucubradas en los pasillos, habitaciones y s'otanos del edificio.
'Ultimamente me pasa que tengo la imaginaci'on desatada.
En las Phi Phi imaginaba historias de familias descompuestas tras el Tsunami, sobre todo tras leer en una roca de la playa una placa "in memoriam" de la hermana perdida en 2007.
C'omo muri'o? Qu'e edad tendr'ia?
Imagino que estar'ia de vacaciones con amig@s o con su pareja. Igual estaba dando la vuelta al mundo, como nosotros. No lo s'e.
Qu'e movi'o a su hermana pequena a ir a la isla a poner la dedicatoria? Dolor? Curiosidad? Deseo de conocer las aguas que vieron a su hermana por 'ultima vez?
Imagino que, probablemente, muri'o en un Tsunami y entonces me pregunto si realmente son tan imprevisibles y si es tan dificl organizar la evacuaci'on de la isla.
No sabemos cu'anta gente muri'o en el aNo 2004.
Yo tengo el recuerdo vago de haber escuchado en el telediario la noticia de una ola gigante arrasando una isla lejana, pero nunca llegu'e a pensar que pisar'ia esa isla y me banar'ia en sus playas.

Momento Zen.

El para'iso perdido y hallado por las touroperadoras.

La concha de tu madre.


Con la caravana hemos viajado por casi toda Europa. Aunque en algunos de estos viajes era tan pequena que no recuerdo lo que vimos, s'i que conservo infinidad de momentos compartidos.
Recuerdo las llegadas a las playas... El jaleo para encontrar aparcamiento... (Aunque mi padre suele tener mucha suerte...). Pero, sobre todo, el ajetreo que empezaba despu'es... Es decir: organizarse para salir. Todo un ir y venir de toallas, banadores, chanclas y pipis de 'ultima hora entre nervios generados por las ganas de bajar y sacudirse de un golpe las horas de interminables rotondas y calor.
Y, finalmente, desembarcar en la playa.
Me viene muchas veces a la cabeza una playa... S'olo la imagen, no s'e el nombre del sitio...
La playa era de cantos pequenos y mi madre y yo est'abamos sentadas en las toallas buscando conchas, caracolas y piedrecitas pequenas que se escond'ian a nuestro alrededor... Ella siempre daba con las m'as bonitas. Aut'enticas obras de arte en miniatura, y yo la miraba embobada mientras intentaba encontrar alguna tan bonita como las suyas sin resultados...
Las mias siempre acababan siendo m'as grandes, m'as toscas, descoloridas, medio rotas,...
La foto demuestra que sigo tropezando con caracolas bien grandes...
As'i que mam'a: tendr'as que seguir mostr'andome las pequenas y bonitas.

Islas PHI PHI.

El camarote de los hermanos Marx.

Barco nocturno a Krabi.

El Roto

Sin fotos de las PHI PHI.

Aunque de esto tampoco pongamos fotos, lo cierto es que invertimos "bastante" tiempo en cibers a lo largo y ancho del mundo, para tener actualizado el blog, hasta el punto de que uno ya no sabe si las nuevas tecnolog'ias son una bendici'on (por agilizar la comunicaci'on de masas) o, como ven'ia sospech'andose, un medio m'as de esclavitud de la vida actual. Un tecnicismo simplificado que nos mantiene atados al "mundo real", un mundo real que no es tal, porque el ordenador te mantiene ligado a una realidad que se mueve a m'as de diez mil kil'ometros de aquella en la que nos encontramos f'isicamente.
Si no tuvi'esemos internet, nuestras familias estar'ian m'as preocupadas (eso seguro), pero creo sinceramente que estar'iamos "desconectados" como merece realmente un viaje de estas acracter'isticas, as'i que me planteo: porqu'e seguir escribiendo?
En un principio la idea del blog surgi'o como modo de subir fotos para evitar perderlas, despu'es para mantener informadas a nuestras familias y finalmente como modo de conexi'on con los amigos sin tener que enviar mails kilom'etricos con fotos adjuntas y un sin vivir de mails copiados unos tras otros... Enviar y reenviar, copiar y pegar, todo para acabar saturando el correo de pobres inocentes que igual viv'ian mejor sin saber nada de "estos dos pesados que se piensan que ellos y su maldito viaje pijo es lo m'as de lo m'as cuando yo estoy aqu'i puteado currando, que es lo que ellos deber'ian estar haciendo"... No s'e si me explico.
As'i que despu'es de m'as de una hora intentando subir cinco fotos de las islas PHI PHI, probando de quince maneras distintas y sin resultado alguno me replanteo la "necesidad" de este blog.
Menos mal que aqu'i puede entrar libremente quien quiera, en el momento que le venga en gana y que puede hacerlo con absoluta libertad para ponernos verdes, cagarse en nosotros (por favor, las familias dejarlas aparte, que ya bastante tienen...) y comentar lo que les salga de... la nariz... a quien les convenga!!!
As'in que, para aquellos que les interese las fotos subir'an otro d'ia (eso espero) y para aquellos que no les interese... que se planteen qu'e coNo hacen aqu'i metidos perdiendo el tiempo.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Atardece, que no es poco.


Otra tarde m'as en la isla de Koh Phang An. Eso indica que se nos escapa otra jornada, pero tambi'en que las dem'as horas del d'ia las hemos rentabilizado. Porque a pesar de que todas las fotos que aparezcan sean del crep'usculo, de esos momentos en que el cielo parece invocado por esp'iritus del inframundo y ofrece una paleta de colores que embellece no s'olo a personajes an'onimos sino tambi'en a paisajes ordinarios, el resto de movimientos solares los pasamos en el camino: si es cierto que las 'ultimas jornadas nuestra actividad se ha reducido a baNos calmados y b'usqueda de sombras que den una tregua a nuestra piel malograda (pero en condiciones, no obstante, mucho m'as favorables que las de los vecinos europeos provenientes del centro y norte del continente) retomamos la caminata con mochilas a la espalda y la llamada de puerta en puerta- cual testigos hambrientos de Jehov'a- en cochiqueras con nombres tropicales y duchas sobre tazas de WC para proseguir nuestras aventuras por este pa'is explotado por millones de turistas deseosos de para'isos naturales y fiestas rave, licor barato y chicas presuntuosas.
Aparte, c'omo no, de 'avidos depredadores de fotos estilo "portada Lonely Planet" con niNos sonrientes y uniformados de colores arm'onicos y ex'oticos para animar esta racha de paisajes dignos de agencias de viajes situadas en barrios perif'ericos.

Apuntes de media tarde


En fin, remodelamos la p'agina por cuestiones t'ecnicas y est'eticas: para qu'e incluir fotos de nosotros sin fondo cuando lo que cuenta es el viaje, el paisaje?
Adem'as, aunque nuestros d'ias consistan en el asueto absoluto, todo el muindo sabe que trabajar cansa, pero descansar mucho m'as, as'i que de vez en cuando nos da por inventar alg'un trabajo intelectual aparte de descifrar la carta de los puestos callejeros y nos sacamos una libreta de la mochila para intentar lucir diferentes al resto.
Aqu'i, Celia hojea esas l'ineas escritas quiz'as en un vag'on de metro, quiz'as en un autob'us interminable y evita mostrar los l'apices de colores con los que revela en mapas copiados a ojo la ruta que estamos siguiendo. De vez en cuando, tambi'en recorta dibujos y los pega en las p'aginas posteriores: si en lugar de barcos esto fuera una caravana, cualquiera dir'ia que est'a en un agostos por la Provenza francesa, repostando en c'ampings para ducharse y cambiar el qu'imico del retrete y consultando la gu'ia de iglesias rom'anicas entre canciones de casetes rayados.

lunes, 14 de septiembre de 2009

C'omo ser cangrejero...

'Estas son las recomendaciones de Jorge Garc'ia Palomo, que no tiene nada que ver con nosotros (los apellidos y los padres son las 'unicas coincidencias) sino que se trata de un admirador m'as que, como tantos otros, se une al clamor popular de una odisea al otro lado del globo terr'aqueo:
"Y así, a bote pronto, se me ocurren unas claves para conseguirlo: programar viajes con billete de ida pero no de vuelta, espíritu aventurero, sentido crítico, aptitud para las alegrías y los sinsabores, relativizar y respetar todo, saber que no sabes nada, ampliar constantemente tu cultura (libros, cine, prensa, música, Internet, museos, exposiciones), vagabundear sin reloj, hablar con cualquier persona, aprender de todo, destronar los estereotipos, seguir tus principios, pensar y sentir cada momento, manejar las acontecimientos con buen humor, regalar tu brillantez, enfadarte con las injusticias, aleccionar a los déspotas, ayudar al débil, sobrellevar las penas y buscar la felicidad a pesar de los pesares."

Ahora, nuestras claves adicionales:
No tener en mente m'as de dos actividades por d'ia. Si no, esto no ser'ia una aventura sino una maNana en la UNED.
Dormir, por lo menos, diez horas, ya sea en una carreta o en un hotel de lujo.
Cabrearse por cualquier retraso o imprevisto insignificante, despotricando contra los turistas, los lugareNos o cualquier tipo de Dios.

Qui'en quiere ser cangrejero ahora, eh?
(Para m'as detalles, os remitimos al art'iculo original en la brillante
www.jgpalomo.blogspot.com).

M'as de lo mismo

Me encantar'ia tener algo de voz y predicar en medio de aeropuertos, agencias de viajes, programas de televisi'on o grupos de amigos que se re'unen tras las vacaciones en contra de esas fant'asticas atracciones que anuncian de Estados Unidos. Me encantar'ia, insisto, convertir ese destino en un viaje de aventura, como lo es Tailandia, donde- sin embargo- vivimos en un bungal'o a pocos metros de la playa y comemos en una calle repleta de bares cuando nos aburrimos de contemplar el tono turquesa del agua o pasear por la arena que al pisarla suena como la escarcha de una nieve no cuajada. Pero, dado que no tengo oportunidad alguna m'as que en este c'irculo reducido de seres queridos y con criterio, no quiero repetirme.
No obstante, vuelvo a dar con opiniones que nos arropan.
Primero- a pocas horas de abandonar San Francisco- pasamos una noche con una pareja de espaNoles que adelantaba el vuelo de vuelta renunciando alimentar esa farsa seis d'ias m'as. A cambio, prefer'ian retornar a la cl'asica playa en familia y descanso previa vuelta al trabajo.
Y segundo, me topo con un art'iculo remarcable de Elvira Lindo (residente en Nueva York) donde dice frase como "No son personajes históricos, y sin embargo la insaciable máquina de la cultura popular engulle." o "No inventan nada, son maestros en copiar la realidad y convertirla en una fábula."
Eso s'i (y as'i cierro la herida abierta en estos dos meses), resalto tres inventos norteamericanos que han cambiado nuestra vida: la leche en galones, como en los desayunos de las series, reci'en sacados de la nevera del supermercado y servida en una taza hasta arriba de cereales: los sobrecitos de crema para las cisternas de caf'e en cualquier establecimiento de 24 horas: con sabor a castaNa, almendra, vainilla... en cuesti'on de variedad y porquer'ias no hay quien los gane: y el sirope de chocolate, un l'iquido con sospechosa procedencia que sirve tanto para rociar la fruta como para hacerse un batido. Unas maravillas, para que dig'ais...

domingo, 13 de septiembre de 2009

Esperando que pase el monz'on.


"Aunque el mar vuelve nunca es el mismo mar,
la tierra nos devuelve otro sol cuando gira,
y todo tiende a huir y vuelve a empezar
y cambia de impresi'on cada vez que respira;
y nadie sabe si esta vez es la vez,
y todo lo que un d'ia ocurri'o se termina;
y casi siempre todos quieren correr,
pero hay que estar atentos porque el mar se vac'ia.
La lluvia nunca vuelve hacia arriba."

Pedro Guerra.

"Un elefante se balanceaba...



...sobre la tela de una araNa...". O mejor dicho: "Un Alberto se balanceaba, sobre la trompa de un elefante...".
Hasta aqu'i todo parece de lo m'as id'ilico. Tailandia, elefantes, columpiarse en su trompa en sinton'ia con la naturaleza, en comuni'on astral entre el Hombre y la Elefanta...
Pero las cosas nunca son tan bonitas como nos las pintan. Todo iba perfecto. Nos estaban explicando cosas de la elefanta, la estuvimos acariciando, d'andole de comer de la mano,... Nos enternecimos con la historia del largo viaje que la pobrecilla tuvo que hacer desde Chiang Mai (al norte de Tailandia) metida casi 30 horas en un cami'on...
Y, entonces, el cuidador dijo la frase m'agica: "Podeis dar algo de dinero para comprarle comida y medicinas".
Yo pens'e: "Pues claro". Y le dije a Alberto: "Oye, porque no les damos algo."
Su respuesta tan elocuente, como escueta fue: "V'amonos de aqu'i ya!" (Y para s'i debi'o pensar: "Ya sab'ia yo que nos iban a pedir dinero").
Ah'i se nota el Espanol ratilla que todos llevamos dentro.
Viva el materialismo!
Abajo los principios!
Y digo yo, menos mal que es vegetariano y est'a en contra del maltrato animal!
Que vivan los principios!
"Benditas contradicciones", citando al Drag'o.

Tren nocturno al para'iso

Buda a rastras.

jueves, 10 de septiembre de 2009

La continua amenaza.

Aprendemos a tener miedo. Existe toda una pedagog'ia destinada a crearnos temores. Lo dice Isaac Rosa y lo comprobamos a diario en la calle: seNoras que agarran el bolso cuando se acerca alguien a pedirle la hora, gente que mira a otro lado en griterios nocturnos o turistas que se mueven en manada atemorizados de cualquier vendedor callejero que les importune en su visita programada.
Aqu'i, en Bangkok, la realidad es distinta. Existe todo un barrio organizado en favor de los mochileros: hostales con habitaciones baratas que venden gu'ias, proporcionan men'us a lo largo del d'ia o cuentan con salas de internet dentro de su espacio. Bares con horas de descuento en copas, restaurantes con proyecci'on de pel'iculas americanas, tiendas de discos con posibilidad de descargar cualquiera, ropa vistosa, bolsos coloridos y miles de puestos con gu'ias de los destinos m'as concurridos.
Todas las rutas est'an trazadas. Planeamos un circuito a lo largo de unos cuantos pa'ises a sabiendas de que seguiremos el rastro de millones de occidentales con unas posibilidades que no tienen los de los lugares donde descubren el para'iso y crecen interiormente.
Nosotros formamos parte de eso. Pero existe un camino de regreso. Una promesa de vuelta, como todos los movimientos migratorios.
Hemos aterrizado en Tailandia. Por fin. Atr'as dejamos unos cuantos d'ias de carretera y un continente con pocos atractivos m'as que corroborar la ubicuidad de un imperio en expansi'on.
Guardamos un buen manojo de recuerdos: los 'ultimos d'ias que pasamos en California los compartimos con un chico de nuestra edad cuyas aspiraciones principales eran salir a beber y consumir prote'inas artificiales para pulirlas en el gimnasio. Un buen ejemplo de tipo de vida americana.
Desvelamos algunas mentiras m'as sobre los presuntos sitios imprescindibles, seg'un las gu'ias, y nos despedimos en una ciudad con algo de car'acter y de encanto entre tanta decepci'on: San Francisco.
Y ahora, de una vez por todas, llegamos al sudeste asi'atico, al espejismo de tantos j'ovenes que salieron en busca del conocimiento material, no te'orico.
Y la amenaza nos persigue: en los medios de comunicaci'on seguir'an apareciendo. Nos libramos de la Gripe A, narcotr'afico, incendios, asaltos... Qu'e nos toca a partir de ahora? malaria? tsunamis? Gripe aviar? Golpes de estado?
Brindemos, por si acaso.

El pa'is del miedo

"Su imagen de buena parte del mundo es la de un lugar convulso, lleno de atractivos, por supuesto, de viajes pendientes y visitas imprescindibles, pero tambi'en de riesgos, todo ese cat'alogo de peligros aprendidos y fijados y que hace que donde algunos viajeros ven riqueza, exotismo, belleza y curiosidad, otros s'olo reconozcan miseria, violencia, secuestros, terrorismo, de manera que evitan viajar, seleccionan con cuidado los destinos, y prefieren circular por lo domesticado, lo protegido, lo considerado seguro: viajes organizados, hoteles de marca internacional, acompaNantes que act'uan tanto de gu'ia como de protecci'on, franquicias reconocibles y todo tipo de espacios convertidos en parque tem'atico para facilitar antes la sensaci'on de seguridad de sus visitantes que su diversi'on o comodidad Esas parejas de reci'en casados que no conocen m'as Caribe que el contenido dentro de los muros del resort playero o el entrevisto en las excursiones organizadas y cuyo m'aximo contacto con la poblaci'on local es el que tienen con los empleados del hotel y los vendedores de esos mercadillos que parecen un montaje pintoresco para turistas. Esos europeos que se dicenfascinados por el mundo 'arabe y que en Marruecos se mueven en consentido rebaNo tras el empleado de la agencia de viajes que levanta un paraguas de colores para que nadie se pierda, y que adem'as espanta a los niNos pedigueNos y a los vendedores ambulantes que no tienen acuerdo con la agencia. Esos viajeros que se pretenden independientes y hasta intr'epidos, y que acaban cenando en un restaurante propiedad de una multinacional, con cuyos cubiertos de pl'astico y comidas precocinadas se sienten a salvo, como en casa."

Isaac Rosa, El pa'is del miedo.

sábado, 5 de septiembre de 2009

San Francisco u otro anuncio de Mapfre.


El puente hacia tu jubilaci'on... Digo, hacia Tailandia.

Leones marinos en Monterrey, California.


Llegamos justo en los momentos previos a que se hiciera de noche. Al principio, despu'es de dos d'ias encarcelados en un coche de alquiler, imaginamos que se trataba de una ilusi'on: desde los asientos delanteros, en pleno aparcamiento del puerto, vimos como un le'on marino descansaba en la orilla hasta que dos chavales - al m'as puro estilo madrileNo empujando los patos del estanque de El Retiro- lanzaban piedras para que se metiera perezosamente en el agua.
Cuando decidimos salir de la prisi'on del autom'ovil nos dimos cuenta de que el tiempo de California no es el de los anuncios de loci'on solar sino del de Seguros Santa Luc'ia y sus osos polares. As'i que, con toda la ropa que cargamos en la mochila solapada una encima de la otra, dimos un paseo hasta el final del muelle y descubrimos una colonia entera de leones marinos dormitando, apare'andose o cambiando de rocas con movimientos patosos y saltos ag'onicos.
Uno de ellos- el vig'ia- custodiaba la valla que nos separaba de las cr'ias, y tras cuarenta fotos de sus dientes amarillentos que nos amenazaban al m'inimo paso, conseguimos algunas instant'aneas satisfactorias.
Este documento, digno de estudio antropol'ogico, permite comprobar la diferencia entre este grupo de morsas y la secretar'ia de cualquier facultad espaNola: unas son gordas, huelen a pescado y tienen bigote, y a las otras las tenemos que venir a ver a California...

Area closed.


Una preciosa senda te lleva hasta una playa de arena blanca presidida por una cascada de aguas cristalinas.
Y, digo yo, "pa'que" si los Rangers la tienen cerrada y s'olo la puedes ver desde arriba...
No termino de entender c'ual es la l'ogica de que aqu'i no se pueda pasar y en Yosemite Park maten osos para proteger a los turistas... Hay categor'ias de parques naturales? You get what you pay? Y las secuoyas no merecen protecci'on frente al di'oxido de los tubos de escape de los coches? Acaso los 20 d'olares de la entrada justifican que unos turistas tengan unos "privilegios" medioambientales y otros no? Oye, que yo tambi'en quiero contaminar. Quiero mi cuota de Kioto.

Pajarito en mirador.


Foto marica.

Al'egrame el d'ia.

L.A. estafa.


El pobre Groucho Marx comparte "Paseo de la Fama"... o de "L.A. estafa" con personajes de gran talla humana e interpretativa... Tal y como... "Un, dos, tres: responda otra vez!": Tic, tac, tic, tac... "Sandra Bullock!"... Tic, tac,... "Britney Spears!"... Tic, tac, tic, tac,... "Max Factor y Wodka Smirnoff!" Trinnnnnnnnnnnn!!! "Error!Eso son marcas!"
Pues no. Tambi'en est'an en el Paseo de la Verguenza junto al teatro (de cart'on piedra, c'omo no) Kodak... Donde se hace entrega de esas maravillosas estatuillas relucientes todos los aNos... Magn'ifico. Estos tipos son los reyes del marketing y la desverguenza. De un contenedor te montan la meca del turismo cinematogr'afico internacional. O, en palabras de una poetisa local: "Los 'Angeles no es m'as que un conjunto de suburbios intentando ser una ciudad."

"No lo hagas, Dylan!"


Beverly Hills, 90210.
"Sensaci'on de vivir".

Preocupaciones Estadounidenses

Cangrejeras de vacaciones

San Diego (USA again).

Frontera infranqueable

Cowboy de medianoche.

Como en un cuadro de Hopper...


Foto tomada en uno de los escenarios que atravesamos en nuestra ruta infernal hacia la frontera estadounidense. Sin saber ni la hora ni el d'ia en que viv'iamos despu'es de veinte horas de autob'us, nos sorprendi'o encontrar un bar en medio del desierto y, as'i, entender algo mejor el desaliento y la melancol'ia de los cuadros de Hopper.

Puerto Escondido

jueves, 3 de septiembre de 2009

Notas sobre novela policiaca, por Ayala-Dip

Las leyes de la novela policíaca comparten espacio con los más profundos enigmas del alma. Esas leyes decodifican su estructura. Su manera de desenvolverse, la hipocresía y malicia clasistas o la corrupción institucional. Poirot o Sam Spade. Nada le interesa más a este género que el hombre debatiéndose entre su afán de pureza y la infamia incontrolable. Ya lo decía Camus: "No tenemos fuerza para ser malvados, pero tampoco para no serlo".

En su prólogo a Los secretos de Oxford, a la escritora P. D. James no le cabe ninguna duda de que las novelas de Dorothy L. Sayers fueron escritas "para el ocio". Nada que objetar. Lo hicieron Eliot, Sartre, Luis Cernuda, Juan Carlos Onetti, entre otros. Y a sus 90 años, lo hace el profesor Martí de Riquer. Pero dicha distracción o evasión (Auden, a quien molestaba la palabra evasión cuando se refería a la novela policíaca, consideraba a Raymond Chandler un artista absoluto) tiene un componente que trasciende la mera peripecia detectivesca. No hay en la literatura policíaca detective privado, policía o periodista implicado en una causa criminal (además de conmoverse más o menos por sus consecuencias) que no sea consciente de que su operación de develación es ante todo una operación moral. Y no es un valor añadido de la novela policíaca. Es su razón de ser literaria.

Y para terminar, el género policiaco tiene sus aguafiestas y se dividen en tres clases. Los que no leen a Larsson porque lo comparan con Montaigne; los que no lo leen porque está de moda; y los que no lo hacen por las dos razones juntas. Ellos se lo pierden.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Los desiertos de Sonora


A falta de fotos, y con la sospecha m'as que fundada de que hemos perdido el cable de la c'amara (es lo que pasa cuando montas y deshaces el chiringuito unas cuantas veces al d'ia), quiero hacer una alusi'on al tercer apartado de "Los detectives Salvajes" despu'es de unas cuantas jornadas sin seNales de vida perdidos, precisamente, entre estos parajes aludidos: millas de arena y roca pelada, pueblos sin asfaltar, arbustos sin alinear y cactus gigantes.

Resulta que, vista nuestra previsi'on y nuestro lanzamiento al vac'io movidos por la adrenalina que genera un ticket de viajes ilimitados, llegamos en cuesti'on de un par de semanas al sur de M'exico, es decir, a la mism'isima frontera con Guatemala. No sin pensar antes dos detalles sin importancia: primero, que la costa este es considerablemente m'as corta que la oeste y, segundo, que moverse en llano por autopista no demora lo mismo que por selva sin asfaltar.

En fin, que tras recular y pasar dos d'ias cambiando de furgonetas a camiones, autobuses, y todas las formas de transporte posibles llegamos a Puerto Escondido, para'iso surfero y de viajeros con 'infulas de trotamundos. All'i decidimos pasar unas cuantas noches antes de abocarnos al abismo del empalme de terminal en terminal.

Buenos d'ias de asueto que se pierden en el camino despu'es de hacer escala en Guadalajara y enfilar directamente el rumbo a la frontera: cuarenta horas de trayecto, con millones de paradas cortas, reparaciones y una temperatura hostil: de noche, el aire acondicionado mantuvo nuestro agua casi tal y como lo hab'iamos sacado de la nevera, y de d'ia el sol proveniente de fuera era la 'unica salvaci'on al calor interior. Total, que intent'abamos pasar el rato con pel'iculas repetidas o en ingl'es, o con los comentarios de director y sin volumen... una odisea a la que ning'un mexicano parec'ia reaccionar.

Por fin, llegamos a Tijuana: antaNo lugar l'imite entre el bien y el mal y tierra de juegos esc'enicos para directores de cine, hoy ciudad sucia americanizada cuya 'unica sed de mal consist'ia en degollar al tipo de la taquilla que con precisiones del tipo "ahorita", "diez o quince minutos" hizo que nos pas'aramos otra hora varados entre autobuses.

Y como el hombre es el 'unico animal, ya sab'eis, aqu'i estamos de nuevo, en San Diego, uno de los pocos destinos que pensamos visitar en nuestra aventura californiana. Una playa fotg'enica rodeada de m'as cart'on-piedra y personajes salidos de series de televisi'on que corren, surfean o toman cocktails en una realidad tan as'eptica como anodina.