martes, 13 de octubre de 2009

Peligro: foto!


Esta bicicleta que v'eis no es tan inocente como se puede uno creer: despu'es de pasarnos algo menos de media hora en el camino que distanciaba nuestro cuarto con los horarios de trenes entre el caos callejero de la capital de Vietnam, esquivando motos y retratando a las mujeres que caminan haciendo malabarismos con dos cestas de fruta equilibradas por una caNa que sujetan con el hombro, lleg'o una estampa que a Celia le pareci'o digno de fotografiar: una bici coloreada entera de ocre, atada a una farola enfrente de la estaci'on. En fin. Pero como estaba entusiasmada con el ajetreo urbano y no paraba de repetir que en Hanoi tendr'iamos que quedarnos para escribir una novela y profesionalizar el sado, pues yo le dejaba que volara su imaginaci'on y se mezclara con los sonidos y olores de esta fascinante metr'opolis. Sin embargo- de s'ubito- sus sueNos se desvanecieron cuando respondi'o a los gritos de una abuela, que vend'ia t'es en unas butacas a ras de acera, trat'ando de mostrarle que la foto no era a ella y recibi'o un azote con sonido est'ereo como respuesta.
As'i es, niNas y niNos: sed buenos o tened el cachete a punto.
Ante estos desatinos y varias horas de paseos en un barrio laber'intico y de pitidos constantes, Celia solo acert'o a gritar, dos d'ias m'as tarde, "yo no me quedo en esta puta ciudad ni un d'ia m'as".
Al pozo las novelas, las cr'onicas de guerra y los juegos de fusta.

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