miércoles, 2 de diciembre de 2009

Yo entresueNos, buzo de lavabos.

Nada mejor que romper la realidad con un juego de niNas que tiran piedras en un asfalto coloreado con tizas. Ning'un m'etodo m'as acertado que trasladar a la ficci'on lo que no entra en el cintur'on de lo cotidiano.
Comentar el quehacer diario no es m'as que vender humo hasta que alguien se digne en pesarlo.
Por eso, para acompaNar las fotos o dar seNales de nuestro periplo en ciernes son necesarias exclamaciones, interrogaciones y todas esas teclas que nos faltan. Pero, sobre todo, el retrato venidero de cada traspi'es, cada imprevisto indeseado en un territorio sin medida ni para la distancia ni para el tiempo.
A las cinco de la tarde de un mi'ercoles en la ciudad fronteriza de Tanzania, a'un me siento buceando entre tuberias que acumulan los efluvios de la gente que se mira al espejo cada maNana y s'olo retiene una imagen borrosa de lo que se ir'a esculpiendo a lo largo de la jornada.

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