viernes, 21 de agosto de 2009

Cangrejeras remojadas.



Hay veces en las que cuando digo que creo que va a llover: va y acierto! Maldita mi suerte, que esta vez preferiría no haberlo hecho.
Estábamos en Palenque pueblo y teníamos que volver a nuestra cabaña a unos 5 kilómetros en dirección a las ruinas.
La ida la hicimos andando a pleno sol y venga a sudar por el bochorno tropical, pero ahora el sol ya estaba bajando y la temperatura en la plaza escuchando a la orquesta local era estupenda. Apetec'ia todo menos volver...
Estuvimos haciéndonos los remolones paseando para arriba y para abajo hasta que vimos un relámpago.
Oh! Oh!
Empezamos a mover en dirección hacia nuestro alojamiento, despacio. Tampoco se vayan a creer.
Decimos informarnos sobre los autobuses para el día siguiente y dimos con el chiapaneco con más ganas de hablar del barrio. Mientras el tipo hablaba y hablaba y hablaba vimos un par de rayos y más truenos.
Nos empezamos a concienciar de la situación, pero ya era tarde para tomar un autobús y no había motivos para pagar un taxi...
Así que decidimos volver andando, como a la ida.
Al pasar la última gasolinera la carretera se quedó a oscuras y a esas alturas ya teníamos la tormenta encima. Tanto es así que cada vez que había un relámpago todo se hacía blanco a nuestro alrededor. Como un fogonazo que te ciega unos segundos. De pronto el cielo empezó a llorar.
La llorera mayor del mundo. Un diluvio.
Todo empapado (hasta el pasaporte) y en una carretera a oscuras en medio de la selva de Chiapas.
Nuestra idea genial fue hacer autoestop.
¿Pero quién va a parar a dos tipos en medio de una tormenta en una carretera a oscuras en la selva? Ejem! Yo no lo haría.
Nos refugiamos en un soportal de la entrada a una hacienda y pasó lo peor de la tormenta.
Después seguimos andando empapados. Lo curioso fue que no adelantó un tipo corriendo!!! Y estaba encantado.
Aquellos sí era surrealista: el Forrest Gump local haciendo los cien metros lisos chorreando agua.
Lo bueno fue que tuvimos suerte y unos mejicanos nos subieron a su furgoneta, llegamos a nuestra cabaña!!!
Y para celebrarlo decidimos tomarnos una cerveza, aunque creo que yo hubiese necesitado un whisky doble, sin hielo, agitado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario