miércoles, 31 de marzo de 2010

Menú del Bar Rambo


Cuando sale el sol, Madrid se viste de gloria. Y las calles, los museos, las plazas y sobre todo los bares están en ebullición. El rastro muestra su cara más amable, a pesar del aumento del número de policías que lo custodian. Policías que vacilan con el tendero y pretenden poner orden en un territorio marcado por el caos: ¿qué sería de este vodevil dominical sin carteristas, regateo, cervezas a pie de calle o trapicheo de quincallas robadas?
Pero la ley siempre tiene trampa, y los mismos que tratan de imponerla hacen la vista gorda a justicias penalizadas. Y si no la hicieran, qué más da. Nada puede impedir disfrutar un fin de semana soleado. Ni siquiera un batallón con cara de perro.
Felices vacaciones.

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