jueves, 17 de junio de 2010

Yo, Baobab.

Soy un árbol africano con forma de botella, aunque tengo familiares que son irregulares y están llenos de nudos.
A veces me gustaría ser como uno de ellos porque me parece que su apariencia, más rugosa, despierta el respeto propio de las canas. Al nacer era una semilla más bien chiquita y malucha, pero ahora ya mido 17 metros... La mayoría de mis amigos han llegado a medir 30 y, por eso, me llaman "Canijo". El diámetro de mi tronco supera los 11 metros (me voy a tener que poner a dieta), pero es que por esta zona hay muchos minerales ricos. Mi corteza es lisa y fibrosa. Las hojas sólo me brotan en la época de las lluvias, el resto del año lo paso pelao, como el Kiko.
Todas las especies damos frutos al final de la estación seca o principios de la húmeda. Yo suelo tener muchos y son como como un melón alargado. Las semillas son numerosas, grandes, con forma de riñón. Envolviendo las semillas hay una pulpa de color crema, cuya textura varía de terrosa a esponjosa.
Los baobabs adoptamos la forma de botella durante la etapa de madurez, a partir de los doscientos años. ¡Todavía soy un adulto joven! En buenas condiciones, sobre suelo arenoso, con un clima templado y lluvias entre 300 y 500 mm podemos vivir hasta 800 o 1000 años, aunque se habla de ejemplares que han alcanzado los cuatro mil años. No sé si yo llegaré a tanto... Escuché contar al viejo Baobab cómo algunos de nosotros nos ahuecamos al morir y así nos convertimos en grandes depósitos en los que se pueden llegar a almacenar más de seis mil litros de agua...
Una vez soñé que, convertido en gorrión, volaba muy lejos.
Quizá algún día el Baobab eche a volar, desde luego, yo, al morir, quiero ser Baobab y vivir en las tierras más inhóspitas del continente negro. Ver amanecer y atardecer sobre el poblado. Hacer algo de sombra a los cocodrilos que naden por las aguas cercanas a mi tronco.

2 comentarios:

  1. Qué bonito, una reflexión muy interesante... me ha encantado... El Principito es mi cuento favorito! Gracias por recuperar al Baobab y permitir que afloren a nuestra memoria estos maravillosos recuerdos.

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  2. En el día en que se va otro e los grandes de la literatura, un fuerte abrazo a estos dos eruditos errantes. Feliz verano. Os queremos.
    www.jgpalomo.blogspot.com

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