jueves, 1 de julio de 2010

Reconciliación (a medias)

La música te define. Por eso, cuando alguien peca de ecléctico y le atraen distintos estilos solemos sospechar, porque suponemos que juega con demasiadas aristas. Cuando estás en esos momentos en los que no sabes si un grupo te gusta o no, tiras de sus oyentes: recomendaciones, cadenas que lo emiten, conocidos que lo escuchan o artistas que lo secundan. 
A mi me ha pasado con Pereza: jamás me atreví abiertamente a decir que me gustaban las canciones. Quizás porque no tenía demasiado claro si me gustaban como para hacerlas propias o quizás porque las que escuchas tantas veces que no te dan opción a decidir.
Me resultó extraño verles en el escenario junto a Coque Malla o Jaime Urrutia, pero la última ha sido participar en un concierto con Josele Santiago. Sin embargo, no termino de creerme su devoción por el rock. Entre otras cosas, porque no paran de repetirlo, y eso te lleva a sospechar que ni ellos mismos se lo creen del todo. Supongo que porque no se corresponden sus proclamas con su público o con su multidifusión.
En cualquier caso: después de algunos años, me reconcilio (a medias) con estos dos madrileños, aunque sea para disfrutar de sus letras pegadizas y, por qué no, bailables con mucha, mucha, pose.

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