lunes, 30 de agosto de 2010

Dunas y perros junto a Taiwanesa.

Pasa el tiempo en la relación y, como todo, va cambiando. De repente, un día, te sorprende leer en el blog el siguiente título: "Dunas y perros junto a Taiwanesa"... Lo chistoso del asunto es que el centro de la fotografía lo ocupo "yo" (la que suscribe estas líneas, pero no la selección de título ni la fotografía). No termino de saber en qué parte del título estoy incluída. No sé si soy ya para él, mi canijo narizón, como una parte del paisaje (es decir, una "duna"). Lo de "Taiwanesa" no va comnigo, sino con Sacha, no compartimos nacionalidad, pero sí temor por los bichos de raza canina, por muy pequeñajos, ridículos y escuchimizados que sean... Así que ya sólo me queda pensar que soy "perros"...  Lo cual sería algo contradictorio por el miedo que me dan. Estas cosas son las que pasan con el transcurso de los años...
¡Ay! ¡Quién pudiera vivir una y otra vez los principios del amor!
(...)
¡Y lo bien que nos lo pasamos con el temor al perrillo!

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