lunes, 20 de septiembre de 2010

Se van los mejores.

Hubo un año, quizás el de mi ignorancia más placentera, en el que les llegó el turno a folclóricas y chorizos como Rocío Jurado y Jesús Gil. Uno no puede reirse de según que cosas, pero su eco sólo se vio reflejado en el mundillo rosa y en estercoleros semejantes.
Años de buena cosecha y temporadas de sequía. El año pasado la lista se engrosó con Paul Newman, Benedetti, Ayala, José Luis López Vázquez o Azcona, entre otros. Personas que te han dado placeres impagables aunque sólo llegues a clarificar su existencia y sus logros una vez nos abandonan. 
Hoy amanezco con la noticia de la muerte de Labordeta y los titulares que lo tildan de dar voz al pueblo.
Para mí su música, su política o su escritura me es prácticamente desconocida, pero sólo el nombre ya me transmite la sensación de integridad personal. De normalidad entendida como inteligencia y modestia a la vez. 
Delibes, Saramago y ahora Labordeta: como canta Pedro Guerra, se van los mejores.

1 comentario: