lunes, 11 de octubre de 2010

Madencia.

Hace tiempo que lo que más me reconforta son los olores, la memoria olfativa de un pasado muy presente que resurge de lo imprevisto como un sueño en mitad de una carrera.
No es fácil determinar cuál es mi lugar en éste carrusel que quiero parar sin moverme, pero por más que lo intente este pasillo lleno de puertas sigue sin fin hacia… ¿Dónde?
Cuando todas las premisas de la infancia están al borde de desfallecer, la nube de ilusiones se convierte en algo intangible, las prioridades cambian, los lugares se trastocan y la vida se desdobla… ¿Cómo seguir adelante en diferentes realidades que me atrapan sin renunciar a la otra?
Podría en mi imaginación crear un mundo tangencial. Situar un piso angosto y sin luz cercano a Lavapiés en mitad del barrio del Carmen. La plaza del Ayuntamento sustituiría a la Plaza Mayor, pero estaría al lado de Sol y la calle de la Paz, junto a la Gran Vía. Al Retiro se llegaría por el Cauce del Río Seco y las Torres de Quart, la calle Turia y el número 104 de Guillem de Castro rodearían al Palacio Real y a los jardines de Monforte.
El Rastro acogería cada primavera a la Escuraeta y se podría ir en tranvía al Ágora del Politécnico desde Atocha.
A la Malvarrosa se llegaría en el 27, tras pasar el Prado y el Thyssen. La Cañada sería parte de Las Rozas y la línea de cercanías uniría la Calle 10 con la Plaza del Ferrocarril.
La avenida del Puerto y el Mestalla serían los dos lados del Puente de los Franceses.
Patras, Milwaukee, Yecla, Barcelona y Bruselas barrios periféricos a los que llegaría la línea de metro verde.
Pasaría los fines de semana en Vang Vieng y cada mes me acercaría unos días a Lubas Road, en Jinja, para llevar nuevas ideas y algunos materiales, ver a Rose y plantearle trabajar a su lado por la unidad de las mujeres de todos los colores.
Si Madencia existiera sería como Macondo y me bajaría todos los días a almorzar con Aureliano Buendía para hablar sobre lo mucho que ha mejorado Murakami su tiempo en la última Maratón.

1 comentario:

  1. Me gusta Madencia!!!! Me gusta que el metro lleve tambien a Bruselas.
    Es curioso sentirse así tan entre dos... Decisiones dificiles de tomar, apuestas al futuro...
    Entiendo
    Hasta comparto este mundo paralelo en que las distancias se contraen hasta casi anularse...
    Que jodido es tener que elegir, por lo menos cuando se trata de un helado en cucurucho puedes elegir 2 bolas!!!

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