miércoles, 15 de junio de 2011

Cabeza de turco vs El palestino

"Yo no era un turco auténtico, eso es cierto. Pero hay que enmascararse para desenmascarar a la sociedad, hay que engañar y fingir para averiguar la verdad"

Günter Wallraff no es un pseudónimo. Antonio Salas sí. A él no le van a perseguir por enmascararse para desvelar algunos rincones de la realidad. Su prosa es periodística y prosaica. Transcribe conversaciones y nos introduce en la normalidad de la gente como algo oscuro, tenebroso, de rencores, racismo y tirria hacia el extranjero. Algo fácilmente reconocible treinta años más tarde, por otra parte.
Antonio Salas busca el best-seller. Para leer sus libros has de ver las cámaras ocultas, leer sus comentarios del blog y preguntar a sus amantes. Su estilo es entre popular y enciclopédico, como un reportaje sazonado con cortapegas de Encarta.
Günter Wallraff, aun así, ha conseguido cansarme un poco. En apenas 200 páginas repite una y otra vez todo lo malo que le puede pasar a un turco en la alemania capitalista previa a la caída del muro. Vendedor de hamburguesas, cobaya de vacunas, limpia letrinas...
Una aproximación inicial al mundillo de este "periodista indeseado" que, al menos, parece tomarse más en serio que el mediático Salas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario