miércoles, 8 de septiembre de 2010

Prisioneros del cine.

Mientras hago memoria, después de un par de superproducciones fallidas como Nine o Donde habitan los monstuos, me viene a la cabeza una película pequeña, de trama fácilmente digerible y de duración asequible: The defiant ones, traducida como Fugitivos, y donde intervienen Sidney Poitier y Tony Curtis. A pesar de tener todas las papeletas de película de sobremesa o de programaciones irrisorias a las tantas de la madrugada, aún no he conseguido ver nada de ella por aquí.
Nosotros la vimos en Nueva York, en esas sesiones al aire libre que organiza la HBO en todas las grandes ciudades estadounidenses y en la que- no sé de que forma- se propagó bailar la música de MovieRecords al principio como si estuvieras en una sala de baile. 
El caso es que fue justo el mismo día que empezamos nuestro idilio con el fabuloso transporte americano y nos subíamos dirección Ontario. Apenas recuerdo el final, pero el argumento de dos presos que se fugan engrilletados a cada una de sus muñecas es lo suficientemente sugerente como para que pases un rato de buen cine y mucha intriga. Algo parecido ocurre con -algo más grandilocuente- El salario del miedo, de Clouzot. 
Dos recomendaciones en un umbral semanal algo baldío en el terreno del videoclub. Esperemos que la próxima vez haya más suerte. Siempre nos quedará la cita anual con Woody Allen y la cosecha otoñal cargadita de buenos frutos.

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