
Happythankyoumoreplease ha sido calificada como sucesora de Woody Allen y, en cierto sentido, no es del todo equivocado: es cierto que recurre al almíbar y a ciertos tópicos, que ni juntando todo los diálogos del metraje saltará una chispa de inteligencia similar al del director de Annie Hall o que su mezcla de historias es bastante más descafeinada que cualquier ocurrencia del genio de Brooklyn. Sin embargo, así como algunas de éste flojean o decepcionan, el título a colación no engaña en ninguna de sus propuestas.
Muestra Nueva York, acompaña las secuencias de buena música y logra que te identifiques con cualquiera de las situaciones, aunque a veces te ruborices. No es poco. Justifica una buena sesión de oscuridad y palomitas.
Eso sí, nada como degustar una tarde de domingo la perdurable La ley del silencio o acostarse de madrugada con Primera Plana. Ambas, además, sin necesidad de dejarte un euro siempre que cuentes con una biblioteca cercana. Ánimo, y espero quejas. Sobre todo de la contraparte.
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